
Pero no cualquier reloj, uno sumergible, porque quizás estando bajo el agua llegue mi momento especial y por no saber la hora se me pase de largo y pierda el tren (subte, colectivo, avión, barco..).
El medio de transporte es indistinto. Lo que importa es quien lo lleve adelante.
O quizás, mejor aún, yo sea quien lleva el recorrido y todavía no logro encontrar esa puta calle del sueño donde me cruzo al amor de mi vida.
Sea cual sea el motivo, ahí voy.. frente a todo, avanzando con mas ganas y sonrisas que ayer, porque en algún lugar me esperan.