domingo, 29 de junio de 2014
Me encanta ser cronopio.
“Los cronopios tienen conductas de poetas, de asociales. Pierden la cabeza cuando se enamoran; dejan de escribir en el papel, y comienzan a escribir poemas en todas partes. ¿Qué hace un cronopio cuando se enamora? Pierde la cabeza, eso y se dedica a cortar margaritas. Cuando a un cronopio le rompen el corazón, llora un poco, y luego un poco más. Se sabe “desdichado y húmedo”. Pero mientras llora, piensa en que a todos alguna vez les rompen el corazón. En que enamorarse significa también llorar un poco. Y que a diferencia de los famas, el cronopio llora cuando tiene ganas, y como tiene ganas, llora un poco más…”
— Historia de Cronopios y Famas, Julio Cortázar
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