Comienza tu día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo.
Mafalda.

viernes, 18 de octubre de 2013

(mandala)

Cómo ser parte del proceso evolutivo del ser humano y no morir en el intento..?
Error! Todos moriremos al final, por más cruel que suene, y sino no es el final. Acá lo importante es vivir, o mejor dicho, sobrevivir a la interminable rueda mágica en que convierte la vida cuando al fin decidís salir a mirar mas allá de las paredes que encierran tu habitación. Si bien no podemos diferenciar las malas o buenas acciones del ser, la verdadera reacción ante la imbecilidad humana nos permite saber y entender más allá de las cosas, allá donde no todos llegan,  y digo 'algunos' no haciendo referencia a un impedimento físico, sino psíquico.
Y llegamos al punto de partida de toda vida! Si aprendes a mezclar razón con corazón es tan sencillo ser lo que quieras, sin necesidad de someterte a actuaciones ilógicas, mediocres, baratas! 
No sos el centro del mundo. Sos tu propio mundo en un centro, y también viceversa.
Sos tu propio centro y desde ahí parten un sin fin de formas para colorear tus días.
Así. Exactamente igual a una mandala, pero no de papel.


viernes, 16 de agosto de 2013

HOME... es donde está el corazón.

Llegar a una ciudad en busca de ese 'no se que' que hace tiempo mendigabas entre sombras y silencios.
Comenzar a sonreír cuando tu pie se apoya en la baldosa que te da la bienvenida al hogar de tu infancia, de tu vida.
Sonreír aún más con ver tu cama temporal tendida con esas frazadas pesadas que te hacen sentir menos libre pero más acompañada.
Cerrar los ojos y recordar las millones de veces que te acurrucaste entre brazos familiares bajo el mismo techo, que aún estando más viejo, es lo más hermoso que descubriste en tus tantos años de nomade.
Saber que los aromas de la casa aún no han cambiado, y ya no lo harán porque viven en tu mente.
Volver a sentir ese amor único, verdadero y desinteresado que me dieron tantos años.
Entender que aunque la humanidad desaparezca todo lo que nos rodea  nos hace inmortales.
Saber que estás donde queres, en el momento justo que lo necesitas.


lunes, 15 de julio de 2013

t a k e · t i m e · & · s m i l e

Toma un tiempo y sonreí... la vida te reclama unos minutos diarios de sonrisas vergonzosas, halagos, mimos y demás derivados. No importa de quién vengan, sino a donde vayan y lo que logren al final del recorrido.

Nunca imagine cruzarme en la realidad al ideal descripto en utopías de años. Al ser imperfectamente perfecto que reúna todas las condiciones de amor y odio al mismo segundo. Y hablo de odio en sentido figurado. Según el filósofo Spinoza 'el odio es un tipo de dolor que se debe a una causa externa'. Ahí está! No es más que la perfecta mezcla de sonrisa y llanto, pero feliz. 
Nunca creí factible que un ser humano pueda ser todo lo que se sueña, y algo mas que nos sorprenda. Ser el ser con la sonrisa mas simple, escondida tras un rostro a veces poco amigable, que con pocas palabras sale a la luz. 
Seras realmente en la vida todo lo que escondes el día que alguien al fin pueda destruir esa especie de corazón coraza que armaste a causa del tiempo que crees irremediable.
Serás todo y mucho más el día que te veas tan simple y erróneo como te ven los demás. Tan complicadamente simple como te imagine tantas veces y te observe tantos días. Tan inexplicable e incomparable como quizás solo te veo yo (o eso pretendo creer).
Tan así: simplemente complicado... o complicadamente simple, como te organice en mis utopías diarias.
Tan vos... y solo con eso alcanza.


martes, 21 de mayo de 2013

Karma, calma, karma.

De verdad. Otra vez volves al lugar donde nunca te gustó estar parada, no literalmente. No estas en el centro, ésta vez estas afuera. Afuera de un círculo vicioso de gente que no hace más que repetir silencios y evitar palabras. En medio de la bruma que dejan las palabras dichas al viento y que nadie parece escuchar.
Otra vez estas sumergida en un mar de dudas y broncas por la crueldad que genera el universo alrededor de las cosas simples de la vida.
Una vez mas estas mirando desde afuera el mundo, logrando entender lo que nunca jamas tuvo ni tendra explicación lógica. Así mismo, seguis con la frente en alta segura de tus convicciones, tus ideales, convencida de que tus creencias sobre la simplicidad de la vida se refleja en dichos y hechos. 
Y así te vas formando, a pesar de tu soledad temporal, en aquella que siempre supiste que eras. En el reflejo consciente de la persona que sabe aprovechar los pequeños detalles del mundo; como apreciar el sonido de una puesta de sol, la suave caricia de una brisa, una melodía lejana que trae memorias imborrables. Todo eso! Eso que no todos ven te diferencia del resto y te hace única, irrepetible e insoportablemente viva. Eso que muchos intentan hacerte creer que no existe, que no vale la pena, es lo que vos dejas que ocupe tu cabeza constantemente para poder sonreir, y no para los demas, sonreir internamente.Y aunque suene disparatado, algunos solemos darnos cuenta de esas sonrisas ocultas detras de los rostros; y esas son las personas que valen la pena.... o mejor dicho, valen la sonrisa.
Entonces volves al punto inicial, de donde saliste por primera vez a afrontar una de esas causalidades en tu vida. Y otra vez podes quedar en el centro o afuera, entre la neblina tratando de descifrar los silencios. Y no es que este mal, no es que siempre se necesite decir algo, solo que a veces el silencio es lo mas aturdidor para un cerebro muy despierto.
No decaigas, como dice un gran maestro, la vida sigue... a veces, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Pero ahí vas, dando tregua con el universo una vez mas porque estas convencida que algún día toda esta regla que generaste en tu cabeza va a tener su excepcion; o quizas vos te conviertas en la excepcion de otra regla.
Lo importante es nunca dejar de sonreí; despues de todo la vida no es mas que una sucesion de causalidades.

lunes, 25 de febrero de 2013

Vino por mi­ y no quiso besar mi vida.

Acabo de matarte, de asesinarte a sangre fría en mi mente, cuerpo y alma. Acabo de deshacerme de todos los pensamientos que no me dejarás compartir nunca. Acabo de manipular mis memorias para que solo vuelvan aquellos buenos momentos vividos en circunstancias insólitas, de esas que la vida te pone cada tanto en el camino para no olvidar que lo que realmente importa es que uno mantenga firme sus verdades, sus creencias, y sus debilidades.
Acabo de matarte para no tener que llevar adelante un duelo a largo plazo, prefiero el fracaso prematuro, la decepción de antemano. Para vueltas existe la calesita, la vida es una sola para montarse en el caballito y pasear una y otra vez por el mismo lugar con la esperanza de sacar esa sortija que nunca se alcanzara.
Acabo de asesinarte en mi presente para no tener que soportar tu cuerpo invadido de ausencias en mi futuro.
Acabo de manipular mi cerebro para que tu alma nunca se aparte de la mía, porque puesto a confesarte no pretendo olvidarte. 
Acabo de matarte, de asesinarte, de manipular mi mente... una vez más.




¡ AVANTI !
Si te postran diez veces te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas ...
No han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se rompen las garras de la suerte ...
¡todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de la muerte!
Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)


miércoles, 2 de enero de 2013

t e q u i e r o

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
Jaime Sabines